La fatiga es la falta de capacidad para mantener la misma intensidad de un esfuerzo, actuando para evitar problemas graves en el organismo. Este mecanismo de defensa aparece cuando hay una diferencia entre la intensidad del esfuerzo y la posibilidad de realizarlo. Y cada persona tiene 3 aspectos que influyen en la fatiga durante el ejercicio:
- La velocidad
- La intensidad
- La duración
La combinación de estas pueden dar el mismo resultado
La fatiga debe de distinguirse del cansancio ya que este es producido generalmente por causas psíquicas pudiéndose dar en individuos incluso sin realizar ningún ejercicio físico. Aunque la fatiga también tiene un componente individual ya que puede depender de la condición física y de la actitud y condición psíquica del mismo.
Los tipos de fatiga se pueden definir en función del territorio al que afecta o en función de la duración.
En función del territorio al que afecta:
En función de la duración:
Fatiga muscular aguda
Las causas que pueden producir la fatiga aguda son:
- Factores nerviosos: fallo en la transmisión neuronal a consecuencia del agotamiento. Aparece en los ejercicios prolongados en el tiempo.
- Factores isquémicos: falta de aporte de oxigeno y acumulación de dióxido de carbono en el músculo por falta de riego sanguíneo. Se produce cuando el músculo se contrae de forma intensa y mantenida produciéndose el aumento de la presión.
- Factores metabólicos: falta de reservas de energía del organismo durante un alto ejercicio anaeróbico. El aumento de hidrogeniones en el músculo produce acido láctico y disminuyendo el pH y esto inactiva determinadas enzimas que metabolizan la glucosa implicada en la obtención de la energía.
- Desequilibrios iónicos: todos los factores anteriores afectan a nivel celular quedando alterada la posibilidad de contraer el músculo y acumulando iones de amonio. Cuando la acumulación es local seguirá siendo fatiga muscular, pero si la concentración pasa a la sangre y no se elimina pasaríamos a fatiga crónica.