El deporte que más esfuerzo requiere es el correr, es un deporte que desgasta tanto física como mentalmente. Este esfuerzo necesita la ingesta de hidratos de carbono presentes en los alimentos que consumimos normalmente y que no son las carnes ni verduras, es decir, las harinas, azúcares, cereales, tubérculos etc.
Obtención de energía:
La energía de nuestro cuerpo se aprovecha de las reservas de glucógeno que hay en el mismo. El glucógeno está formado por la glucosa que es el azúcar que se aprovecha para el ejercicio.
Los hidratos de carbonos que ingerimos diariamente en nuestro organismo es degradado en glucosa y esta es utilizada durante el día en todas las actividades cotidianas. Aunque no toda la glucosa es utilizada y esta sobrante se almacena en los músculos formando glucógeno que será utilizado cuando se realicen las actividades que demanden una mayor cantidad de energía como los entrenos y carreras.
Hidratos y correr:
Mientras realizamos una carrera la dificultad va aumentando a medida que vamos recorriendo más kilómetros apareciendo dolores y hasta pérdida de movimiento debido a la falta de glucógeno.
Para poder tener una reserva suficiente de glucógeno en los músculos debemos aumentar el consumo de hidratos de carbono al menos tres días antes de las carreras de larga distancia. Esto se debe a que la degradación de los azúcares se realiza mucho más rápida que la de grasas y proteínas. Este aumento de ingesta de hidratos de carbonos viene determinada por las condiciones individuales de cada corredor como puede ser la masa muscular o la resistencia.
Los alimentos más efectivos para aumentar de forma rápida la reserva de glucógeno debido a su rápida absorción son las galletas, fideos, panes y plátanos, así como los jugos de cítricos. Estos son efectivos para tomar el mismo día antes de la carrera.